Volcán Turrialba


Es sabido por muchos que el Volcán Turrialba presenta una constante actividad. Esto repercute directamente en la vida cotidiana de la comunidad aledaña, de su economía, de su forma de vida y también, y muy importante del medio ambiente. Es por tal motivo que se me hace necesesario informar a la población sobre las consecuencias de este fenómeno,a continuación se explica en este artículo publicado en la página de teletica:

Tatiana Vargas
09 de octubre del 2009

El volcán Turrialba emana diariamente entre 700 y 2 mil toneladas de dióxido de azufre: este efecto le resta vida cada minuto a la vegetación, a la salud de los vecinos más próximos y a la infraestructura de la zona.

Un color amarillo intenso sustituye la verde vegetación que cubría el volcán y los árboles ahora tienen forma de esqueleto: el viento acabó con sus hojas y se encargó de teñirlos de gris.

Las zonas afectadas son las más próximas al movimiento del viento son las regiones oeste, suroeste y noroeste del volcán Turrialba.

Cuando las emisiones de gases con altos contenidos de sulfuros tienen contacto con el agua, generan grandes concentraciones de ácido y esto da cabida a la lluvia ácida, un serio problema ambiental.

El cambio más dramático en la composición de fumarolas del cráter central y oeste se presenta desde el 2007.

Desde hace 150 años el volcán Turrialba permanece en silencio y nadie puede determinar si lo que está tratando de hacer es una advertencia de que quiere rugir.

En conjunto con un grupo de científicos suecos, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (OVSICORI) monitorea el coloso con un equipo especial.

Eso le ha permitido conocer que el volcán emana entre 700 y 2 mil toneladas de azufre por día: en setiembre se registraron diariamente 50 sismos de origen volcánico.

Su cono de 3.340 metros de elevación y poseedor de 3 cráteres es el vecino frontal de la escuela el volcán, ubicada en la localidad La Central.

Los 28 alumnos han tenido que recurrir al uso de mascarillas para disminuir el efecto de los gases, pero de acuerdo con el Ministerio de Salud los niveles leves de azufre provocan irritaciones nasales, sangrados, conjuntivitis química y asma.

Mientras que la exposición a grandes concentraciones podría ser tan peligrosa como para provocar una hemorragia en los pulmones e incluso la muerte.

La infraestructura tampoco ha sido perdonada por el volcán: parte del sofisticado equipo que utiliza el OVSICORI para monitorear su comportamiento fue dañado por la acelerada corrosión.